JORDI MARSAL. El arte de un pintor que se resiste al olvido.

Terminando su carrera de Bellas Artes y sintiendo una especial debilidad por la figura humana, siempre dejó tras su obra una gran admiración, muy posiblemente por el contraste de sus pinceladas oscuras con las que sabía muy bien plasmar pequeñas escenas propias de un siglo que no era este, pero lo más sorprendente es, que su obra nada tenía que ver con su espíritu alegre, y que conocían bien sus amigos y personas cercanas. Quizás, la inspiración en su vida fue esa, el cariño por las personas que tenía cerca y sus ganas de vivir.

Pero de algún modo su obra y el buen recuerdo de muchos sigue latente. Gracias a su hermana Nuria Marsal, como promotora del libro que lleva su nombre y fundadora de la Galería Jordi Marsal en Túnez, en primera persona y desde su experiencia con el y su arte, también nos detalla un poco lo que fue su historia y las actividades que en la actualidad desarrolla la Galería.

El arte no se entiende, se siente

Desde su nacimiento fue zurdo, y así navegó por sueños que siempre plasmó con la pintura. Mi primer recuerdo sobre su habilidad para la el arte, fue el paso de dibujar a encontrarse de frente con un lienzo, un maravilloso encuentro con mi padre, la montaña, tres caballetes y unas acuarelas.

Una historia arrebatada

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Sencillamente y dejando a un lado mi amor de hermana, fue la vida de un genio que disfruto de la vida y casi siempre haciendo lo que le apetecía, lleno de amistad, pero con poco amor, yo creo que por no complicarse su fuerte personalidad, un tanto egocéntrica, como buen artista. Pero desafortunadamente, el cáncer le visito demasiado temprano y en el 2013 ya no pudo luchar más contra el.

Las emociones de un artista

Lo que pude observar siguiendo de cerca su obra y vida, sin duda fue su pasión por pintar la figura femenina, sufrió mucho con la muerte de nuestros padres y los momentos más emotivos se dieron con el reconocimiento de su obra, mezclado con el cuidado de sus amigos y familia.

Creatividad constante

Si tuviera que destacar algo de su obra, sin duda, sería su gran evolución en las formas para mostrar sus emociones más profundas e intensas, por su puesto, con un ápice de locura que disimulaba muy bien entre su clase social y que a mi forma de ver, también era lo que le hacia ser una persona especial.

¿Qué nos puedes decir sobre la Galería Jordi Marsal?

Son muchas las actividades en las que estoy trabajando para dar forma a lo que sería el Club de amigos y artistas Nuria, las bases son las de apoyar y fomentar el arte para todas aquellas personas que disfrutan con el, no solo de la pintura y sus exposiciones. Por el privilegio de la ubicación del HOTEL KHALIFE, que está situado muy cerca de la playa y el entorno en el que estamos situados, también se realizan actividades musicales, de danza y todo aquello que pueda estar relacionado, pero lo que más destacaría, son las posibilidades de poder disfrutar de ello. Principalmente, porque para los que visitan nuestra galería, los costes del alojamiento en el hotel y la pensión son muy reducidos, con lo cual, es muy Interesante para quienes quieran hacer un viaje cultural y de descanso a Túnez.

¿Y de su libro?

Que fue una edición corta y los que dispongan de el podrán disfrutar de las ilustraciones de su pintura. Además de un magnífico recuerdo de quien un día y a muchos, les hizo vibrar ante sus obras, o reír y llorar compartiendo su vida.

Muchas gracias a tod@s.