JOAN MORA. El eco de una Voz...

Tod@s sabemos que la mayor parte de las películas rodadas en muchos países donde predomina una lengua que no es Española, cuentan con el doblaje de la Voz por parte de actores o grandes profesionales que lo hacen posible, al igual que ocurre con una importante parte de la publicidad que vemos a través de la Tv y otros muchos medios audiovisuales. Con lo cual y de la mano de un gran Locutor como es Joan Mora, compartimos contigo algunos detalles de su actividad y este interesante mundo.

Del descubrimiento a la motivación

De bien pequeño, a pesar de que era un niño muy tímido, siempre soñaba con dedicarme al "artisteo" y me imaginaba como actor o dando conciertos multitudinarios como estrella de la canción. Je,je,je, Parecía inclinado a querer trabajar con la voz. Pero el gustillo por la locución me llega a los 18 años, que es cuando empiezo a colaborar como presentador en la emisora municipal de mi pueblo. Aquellos primeros años fueron experimentales, con mucho desenfado y pasión, pero poca experiencia y formación. Con el paso del tiempo voy desarrollando mi labor en emisoras de mayor entidad, lo que me exige mayor grado de profesionalización. O sea, que paulatinamente, el hobbie va dando paso al deseo que querer ganarme la vida haciendo algo me me motiva, que es el hecho de comunicar con mi voz. Actualmente trabajo como locutor "on line", poniendo voz a campañas de publicidad, reportajes corporativos, documentales o audiolibros.

Autocrítica para evolucionar

Ésta es una profesión de largo recorrido, que no admite la complacencia y en la que siempre tienes la sensación de que te queda mucho por aprender. En mi opinión y tras mi recorrido, aquel que piensa que puede llegar a ser un buen profesional de la voz por el hecho de saber hablar, está completamente equivocado, del mismo modo que saber conducir no te convierte en piloto de fórmula 1 o comer todos los días no te lleva a ser crítico culinario. Yo, cuando contrasto mis grabaciones de hace años con las más recientes, es cuando descubro los avances en la entonación, el ritmo, la variedad de registros y la mayor riqueza de matices en mi voz. Pero para eso es obligatorio ser autocrítico y perfeccionista, como en cualquier profesión relacionada con el arte. Además, es necesario ser muy receptivo y no parar de buscar continuamente nuevas formas y nuevos retos. Cada encargo nuevo, independientemente del importe económico que te pueda reportar, es una nueva posibilidad de crecer como profesional. Y eso es algo que no tiene precio...

La emoción de ver que la voz llega

La sensación del trabajo bien hecho, el cliente satisfecho que vuelve a contar conmigo y el feedback que se crea con muchas personas de todo el mundo que comentan las publicaciones que cuelgo en mis perfiles de Facebook, YouTube, Twitter, Google plus o Ivoox, sin duda son razones que compensan el esfuerzo y llenan, por poner un ejemplo, hace poco, me emocionó el saber que en Perú, una profesora que da clases del equivalente a nuestro bachillerato, enseña a sus alumnos a amar la literatura a través de los audiorelatos que publico en esos portales. O un señor de Málaga que dijo, que en mi voz los poemas cobran vida. Es maravilloso pensar que con la única herramienta de mi voz pueda provocar en alguien una emoción o llegar a inducir a una persona a adquirir un artículo o servicio.

En el ayer nacen los proyectos

Para mi cualquier proyecto es importante, pero hay algunos con los que disfruto especialmente. Hace poco grabé un audiolibro sobre el guión cinematográfico de la película “La vida interior de Martin Frost”, en el que me exigí mucho a nivel interpretativo para lograr los resultados que deseaba. Recientemente he puesto voz a un precioso documental de animales para una exposición itinerante y ahora mismo estoy trabajando en la grabación de una serie de vídeos promocionales para Amazon.

Un objetivo para cumplir

El año pasado le hice una promesa a mi hija de 10 años, y era que tarde o temprano escucharía la voz de su padre en televisión. Ese es mi reto actual, conseguir que una agencia de publicidad, una productora audiovisual o un anunciante, se fijen en mi para hacer una campaña a nivel nacional. Se que es un reto difícil y que la competencia es mucha, y muy buena, pero es un objetivo que visualizo con fuerza cada día y por el que trabajo muy duro. Además, una promesa a una hija hay que cumplirla sea como sea.