MARÍA TUDELA. Los enigmas y realidades de su fotografía.
Si
tratasemos de ponernos tras el visor de una cámara de fotos para poder valorar
que siente un gran amante de la fotografía y cuál puede ser su percepción o
inspiración a la hora de crear una imagen única, estamos seguros de que no lo conseguiremos.
Como admiradores y teniendo presente que cada fotógrafo/a tiene su propia
visión de una idea, esto sería como querer coger las estrellas del cielo.
Descubriendo
valores ocultos
Mi comienzo
fue con la fotografía digital, pero puedo afirmar con casi plena certeza, que fui
una de las últimas personas en adquirir una cámara digital. Hasta ese momento, la
relación con las cámaras se reducía a un mero instrumento para guardar y
conservar recuerdos. Y confieso que ello no despertaba sobre mí pasión alguna, ni
el hacer fotos, ni salir en ellas.
Sin embargo,
un descubrimiento lo cambió todo. Por primera vez fotografié y no para el recuerdo,
había fotografiado detalles. Sin la cámara vi aspectos que habían pasado
desapercibidos, y entendí uno de los conceptos que más me apasionan: “La
fotografía es el arte de mostrar lo que no vemos”. Me enseñó a mirar, y desde ese día la fotografía
forma parte de mi vida.
Experiencias
de un desarrollo
Posiblemente,
sí hubiese aprendido primero sobre fotografía y no sobre edición, hoy no haría
las fotos que hago, y es muy probable que si hubiese empezado a hacer fotos con
una cámara réflex, en lugar de mi querida compacta (Que tan buenos ratos me
dio), hoy mí fotografía sería diferente. Ese amasijo de casualidades hizo que
quedara atrapada en la fotografía creativa, infinita, y limitada sólo por mi
imaginación.
A veces
lamento no haber descubierto la fotografía mucho antes, pero supongo que la
vida también te indica el camino y quizá tampoco obtendría el mismo resultado.
Es inevitable no encontrar plasmada en los píxeles de mis fotos mi visión, postura
ante la realidad y manera de sentir, además de propias vivencias desarrolladas a
lo largo del tiempo.
Pero siempre
dejando espacio para la inspiración, me considero mucho más observadora que
comunicadora, de observar las actitudes humanas del día a día y de la vida. Siempre
Intento provocar algún sentimiento, más que admiración, la técnica pasa a un
segundo plano en mi trabajo.
Instantes y detalles
En mi
primera exposición y siendo colectiva, algunas personas que me expresaban su
satisfacción al ver mis fotos y lo que les hacía sentir, fue una experiencia súper
emocionante, principalmente, porque era justo lo que pretendía. Sin duda, aquella actividad marcó
un antes y un después, y fue la impulsora para decidir dar un paso más allá.
Hasta
que una foto a mí no me provoca algo, nunca la doy por finalizada. Cuando la
termino, la pongo en pantalla grande, me levanto, doy un par de pasos hacia
atrás y la observo. Si no consigue decirme nada, jamás la muestro. No obstante, la
cuestión es seguir aprendiendo sobre fotografía.
Reflexiones
de un presente
En mi
opinión, hacer fotografía hoy está al alcance de todos, y sencillamente porque
resulta económica, un detalle que ha multiplicado la competitividad y la oferta.
Y el resultado de esta realidad, ha derivado en que hacerse un hueco cueste
dinero. Junto a esta paradoja, está el debate abierto y la rivalidad entre la
visión técnica que representa la realidad y el auge de una visión
creativa y artística, donde el autor crea una imagen en base a cómo ve y siente
lo que le rodea.
Por otro
lado, la fotografía sigue luchando por ser considerada una disciplina más
dentro de las bellas artes. Creo que todos estos aspectos contribuyen a un
estancamiento en su crecimiento y favorecen a sectores que sostienen que en sus actividades está todo inventado, una afirmación con la que no estoy deacuerdo. Creo que
la fotografía tiene que darnos muchas sorpresas.
Una frase
Una
fotografía va más allá de mirarla o admirarla. Existe para sentirla...
Muchas gracias.



