Arte. Reflexiones de un Don Nadie.
Es sabido por todos, que nadie elige el lugar en el que nace, la cuna en la que comenzará a conocer la vida, y aún menos.., cuáles serán los aspectos que definirán nuestra personalidad y capacidades para desarrollarnos en una u otra actividad. En muchas ocasiones y siendo jóvenes, por no disponer de una personalidad definida, nos dejamos influenciar por las personas que nos quieren, pero no siempre es lo más acertado. Todos y todas, disponemos de unas cualidades especiales para un algo que sale de dentro de nosotros, y no hacer caso a nuestro instinto natural, puede ser un error. Muchas veces puede ser por vocación, y otra, quizá la más importante, por estar sujetos a la llamada de una inspiración constante, que nos puede permitir estar más cerca de nuestra felicidad.
Inquietudes de un instinto
Recuerdo con cariño, que siendo niño y en el colegio, mientras yo y otros compañeros nos íbamos al recreo, uno de ellos, siempre prefería quedarse en clase dibujando todo aquello que le venía a la imaginación. Esbozos, retratos, paisajes y trozos de historia, que a la vuelta todos queríamos ver. Años después, tras tener la merecida suerte de ganar algunos concursos de dibujo y formar parte principal de las actividades de creación de murales de los distintos eventos de la escuela, terminó.
Pero sin duda aquello seguía formando parte de él, al finalizar los estudios de secundaria, su tutor llamó a sus padres y estando él presente, les preguntó: ¿Tienen pensado algún tipo de estudio para su hijo? la respuesta de sus padres fue, que lo tenían que hablar y pensar. Sin titubear, el profesor les dijo, su hijo dispone de magníficas cualidades para formarse en bellas artes o alguna actividad relacionada. La madre y el padre, se miraron a los ojos y tras perderse la mirada en el suelo de aquel despacho. Ahí quedó la cosa.
Es indudable que todos podemos disponer de un talento innato para según que cosas, pero nuestro entorno y sus posibilidades, desafortunadamente, no siempre son los mejores para poder desarrollarnos en ellas. Aunque a los padres de aquel compañero de colegio les habría encantado que su hijo pudiera formarse en cualquiera de las actividades que el docente les recomendó, sencillamente y por ser estudios privados, no se lo pudieron permitir. Una lástima, pero exenta de rencor y llena gratitud, hacia una madre que lloraba por no poder darle a su hijo aquella merecida oportunidad.
Una triste realidad que ha formado parte de muchas personas y que hoy podrían ser grandes artistas en cualquier expresión de nuestras artes.
Definir la esencia de la creatividad del ser humano en todo su esplendor, sin duda, puede ser una ardua tarea para cualquier persona que pueda formar parte de este mundo o conocerlo bien. Son muchas las críticas y observaciones, girando entorno a las actividades que forman parte del instante de inspiración de muchos artistas, para decir, Esto es Arte...!
Y por supuesto, aunque he tenido la suerte de conocer a magníficas almas dentro de este mundo, no pretendo ser el que abra ‘’la caja de Pandora’’, pero...
Si le hubieran dicho a Miguel de Cervantes en 1605, que una muy importante parte de las personas que conocen ¨El Quijote¨ no lo han leído en su totalidad o ni siquiera su introducción, y en la actualidad es una de las obras literarias más conocidas del mundo, siendo un gran escritor y filósofo, seguro que no lo habría entendido. Y un menos, que esto sea el resultado de un aparato llamado televisión y otro submundo creado, en el que miles de millones de personas se comunican a través del grosor de un milímetro de cable.
Aunque la mayoría de las artes, nos han acompañado desde hace millones de años, como sabrás, también son muy jóvenes. Si observamos nuestro entorno, en gran medida, ellas son una adaptación y reflejo, de una actualidad que cambia constantemente. Arte vivo que busca transmitir un sin fin de emociones y que quiere seguir mirando hacia el futuro a través de lo mejor de sus expresiones y creatividad de los que lo hacen posible.
No obstante, nunca será fácil transformar el pensamiento en belleza, todo forma parte de grandes dosis de esfuerzo y sacrificio personal, por quienes persiguen la llamada y voz, de un algo que en su momento no sabían explicar. El desarrollo de un artista, siempre ha sido duro. Cuando la mayoría terminamos de trabajar, ellos escriben o prescinden del merecido descanso, para repasar una coreografía y así poder hacernos reír o llorar de emoción. Es tiempo y vida, que en muchos casos no se recuperará nunca.
Por encima de todo, se trata del trabajo de personas que ha renunciado a muchas cosas, para compartir ese instante de ilusión con nosotros.
El valor del arte
Sería totalmente contraproducente no elogiar a Picasso, Van Gogh, Renoir o a otros muchos pintores y maestros que, con su impresionismo, modernismo y lo abstracto, han dejado una muy importante huella en nuestra historia artística, al igual que lo han hecho grandes actrices, bailarines, cantantes y músicos. Pero en mi opinión y pudiendo adorar el pasado de grandes talentos, creo que, dentro de nuestras posibilidades individuales, debemos apostar por el presente y futuro.
Es incuestionable que la globalización es un hecho que constantemente se materializa en cualquier actividad, pero el equilibrio y avance del mundo, dependen de todos y todas. Hacerte con un cuadro de Dalí y colgarlo en tu despacho o salón, puede ser fantástico, pero compartir la inversión con la obra original de un nuevo artista que te guste, ayudará a que el arte siga latiendo.
Hay quien dice que el arte está muriendo, pero nada más lejos. A pesar de las dificultades con las que muchos artistas se pueden encontrar, con su ilusión y calidad, continuamente se desarrollan exposiciones, espectáculos y obras de teatro formadas por nuestros actores y actrices en cualquier rincón del mundo.
La que está estancada, es la economía, a lo largo de la historia, el mundo se ha movido porque los flujos económicos también lo han hecho, y tanto a nivel empresarial como a nivel artístico. Una teoría de nuestra física dice, que todo lo que sube, baja, pero de esto, nuestra madre tierra y su ecosistema, sabe que nadie. A pesar del daño que le hayamos hecho, ella sigue recogiendo el agua de nuestros mares para que llueva y no nos falte el agua dulce y la vida. En ocasiones sólo es cuestión de humanidad y el arte siempre formará parte de ella.
Pero lo importante no es un Óleo, el poder disfrutar de la puesta en escena de un gran grupo de Danza o una magnífica obra de Teatro. La cuestión es percibir la esencia de lo que se trata de transmitir en la pincelada de un pintor, el fuego de un escultor y la realidad de los gestos de un actor. El valor de un artista es el alma del resultado, él no paga sus facturas con aplausos, pero a pesar de los muchos obstáculos con los que se pueda encontrar, con su arte tratará de llegarte al corazón. Eso es valor…
La práctica de intercambio entre clubs o salas con artistas, es habitual, y si interesa a las dos partes está muy bien, pero es un concepto en el que no sólo puede dejar de ganar el artista, la sala puede perder algo irrecuperable y vital para cualquier empresa. La buena referencia. Un artista o grupo, al que han compensado económicamente sus ensayos, desplazamientos de equipos y trabajo final, siempre estará más satisfecho, y es muy probable que le guste hablar de su experiencia con sus amigos y otros compañeros.
Si hay algo que reconforta a cualquier ser humano, es el reconocimiento, pero hoy todo tiene un precio.
Muchas gracias. Josep Lluís D.R.
Fotografía de pinturas: Marius Markowski y Leonid Afremov
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