PABLO RAZUK. Un Teatro de gran contenido y temática social.
La batalla la ganó el Teatro
Sin saberlo siempre fui actor. La cuestión es que no me había dado cuenta o no me animaba a lanzarme como profesional. Todos tenemos un espacio para el recuerdo y desde muy chico, armaba situaciones en donde la actuación era un medio para vivirlas o de simple divertimento y juego. Actuar es: “Jugar a mentir con la mayor Verdad posible”. Personalmente, empecé haciendo música en una banda de rock de mi ciudad natal (Rosario), y transitando una buena adolescencia llena de fantasías con una familia muy presente y amorosa, no me puedo quejar. Fueron 7 años de ensayos y recitales, en donde aprendí buena parte del oficio, además de la producción y difusión.
No obstante, al verme limitado en algunas cosas que forman parte del escenario (o como excusa), decido realizar un curso de teatro para sumar expresividad. Mi enamoramiento fue instantáneo... Dejé la música y comencé mi formación con dos de los maestros más reconocidos de mi ciudad en aquel entonces y viajé a Buenos Aires una vez por semana para aprender con otros actores. Después de 3 años me consolide en la ciudad y desde entonces vivo aquí, pero ya son 33 años de búsqueda teatral.
La formación y organización teatral, son actividades que aparecieron a medida que fui desarrollando mis actitudes con docentes o directores, siendo ellos mismos los que me fueron indicando el camino y ayudaron en la elección. Gracias a ellos y las experiencias compartidas durante muchos años, he podido conocer los elementos fundamentales que me vinculan directamente con el teatro, la profesión y definen mi perfil como actor y director. Conceptos que han orientado mi forma de vida, y afortunadamente me permiten vivir económicamente de esta profesión.
Detalle y escena de la obra ¨Padre Carlos¨ El rey pescador. |
Necesidades y realidades
Mi teatro tiene un extra. Un plus… Principalmente se basa en una búsqueda artística y estética, con temáticas ciudadanas y apoyándose en el compromiso Social. Si todo hecho artístico es un hecho social, creo que el teatro debe serlo especialmente. En mi caso, me gusta que las obras tengan bien presentes a las sociedades, sus vericuetos y necesidades, como factor convocante para mí y todo el elenco. Esa intención de tener presente la problemática del otro, en mi caso, es un incentivo fundamental para lo que considero “mi tarea” y en el rol que me toque.
Como principio, la filosofía consiste en no trabajar sólo para uno (yo), sino en hacerlo para todos. Creo que eso nos hace libres de nosotros mismos, lo defino como un teatro que busca las respuestas a preguntas nuevas-viejas, esenciales y que no teme en denunciar lo que no hace HUMANIDAD de la humanidad.
Actualidad y proyectos
Todo lo que forma el teatro es interesante, pero en el conjunto de mis actividades, destacaría el cómo reacciona el público ante estas propuestas de interpelar o hurgar en la conciencia y la historia. Y como agradece esa especie de cimbronazo o sacudón que les provoca ver mis obras. La alegría de ellos mismos al ver que se les saca por un rato de la inercia cotidiana y vuelven a “Recordar” quién es cada uno/una en realidad. Cuando la humanidad de los personajes aparece… aparece la humanidad de los espectadores. Y si mi teatro sirve para que eso suceda por un simple instante, ya me siento afortunado.
Al mismo tiempo, valorando la gran acogida de la obra ¨Padre Carlos¨ El Rey pescador, sobre la vida de Carlos Múgica, y teniendo presente que ha sido ganadora del premio Luisa Vehil, ha estado nominada al Premio Ace al mejor Actor y nominada a los Premios Trinidad Guevara y Florencio Sánchez a la mejor Autora, sin duda quiero que siga en los escenarios.
Fuera del escenario
El teatro es un hecho colectivo, hecho por y para un colectivo, de nada sirve para el alma ser un talentoso o estar lleno de herramientas teatrales, si no tengo la capacidad de fusionarme con el compañero, con el público o con el material que me toca en suerte. El ego del actor es muy necesario para salir a escena cada noche, pero es muy nocivo para él mismo si se sobredimensiona o se usa cuando se baja del escenario.
No es verdad que los actores somos personas especiales. Hay personas especiales que hacen pan, atienden un taller o sólo andan por ahí sin hacer alarde de su sensibilidad. Por otro lado, es cierto que los actores tenemos otros horarios, otras formas de exponernos y especialmente, otras herramientas emocionales, pero como el más común de los mortales. No hay que olvidar que somos parte de un todo y como tales, tenemos un compromiso con el otro a partir del compromiso que tomamos con nosotros mismos.
Muchas gracias.
Para conocer más detalles sobre las actividades y teatro de Pablo Razuk
lo puedes hacer a través de su sitio web: Korinthio Teatro
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