TEATRO- Escribiendo sobre el presente de las Artes escénicas.
27 de Marzo <<Día Mundial del Teatro>> Una fecha marcada por el valor y pasiones... Que define el desarrollo de grandes personas en su aventura por multitud de escenarios. Espectáculos e interpretaciones, donde lo inimaginable se transforma en realidades y lo cotidiano en sorprendentes historias. Drama, comedia, musical… Poco importa cuando al levantarse el telón, nuestros actores, actrices y el gran equipo que existe a la sombra de las tablas, consiguen transmitirnos la esencia y emoción de un logro llamado Teatro… El Autor José Luis González Subías, hace muchos años que escribe sobre lo auténtico que se produce en los escenarios y filosofía en materia de Artes Escénicas. "La existencia solo consigue transformar el futuro, cuando creamos algo sobre ella"
De la Música al Teatro
En ese mismo e impresionante lugar se ubicaba entonces, junto con el Conservatorio, la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Madrid; y, sin pensármelo dos veces ni saber muy bien dónde me metía, pues nunca había hecho teatro, me inscribí, realicé las pruebas y me seleccionaron como alumno de la RESAD.
Los orígenes de mis actividad con el teatro y la interpretación, comienzan en la RESAD, tuve la fortuna de estudiar con grandes maestros, desde Adela Escartín y Pepe Estruch, mis profesores de interpretación, a Francisco Nieva, Alberto González Vergel, José Monleón, Ricardo Doménech y un largo etcétera de profesionales de las artes escénicas; y disfruté del privilegio de aprender y compartir vivencias con una promoción de alumnos de un talento enorme, varios de ellos hoy primeras figuras de la escena: Blanca Portillo, Lone Irazábal, Maribel Ripoll, Marina Martínez, Pietro Olivera, Jesús Prieto y Pedro García de las Heras...
Pero no parece que mi destino fuera la interpretación. Aunque llegué a intervenir como actor en algunos montajes, muy pronto, influido por algunos compañeros más inclinados al estudio del teatro desde su dimensión teórica y literaria ―Alfonso Armada, Juan Antonio Vizcaíno―, me enamoré de la literatura e inicié mis estudios de Filología Hispánica. Cuando inicié el doctorado, no resulta extraño que dedicara mi tesis a un dramaturgo romántico olvidado (lo del Romanticismo y los “olvidados” es otra inclinación personal que sería prolijo explicar aquí).
La influencia de la Literatura en el Escenario
Pero no parece que mi destino fuera la interpretación. Aunque llegué a intervenir como actor en algunos montajes, muy pronto, influido por algunos compañeros más inclinados al estudio del teatro desde su dimensión teórica y literaria ―Alfonso Armada, Juan Antonio Vizcaíno―, me enamoré de la literatura e inicié mis estudios de Filología Hispánica. Cuando inicié el doctorado, no resulta extraño que dedicara mi tesis a un dramaturgo romántico olvidado (lo del Romanticismo y los “olvidados” es otra inclinación personal que sería prolijo explicar aquí).
Haciendo eco de la buena Interpretación
Fue ese mismo año cuando decidí verter por escrito mis impresiones sobre las obras teatrales que se representaban en Madrid y así inicié esta aventura que ha superado todas mis expectativas. En menos de cuatro años ―pandemia incluida― he llegado a reseñar más de doscientos montajes, que constituyen un nuevo y actual capítulo en la historia de nuestro teatro, y la página ha recibido hasta ahora cerca de 90.000 visitas. En mi opinión, constituye una excelente plataforma para acceder al conocimiento del teatro que se hace y representa hoy en Madrid, y ha cumplido con la función divulgativa que pretendí darle en sus comienzos, con rigor y ―así lo espero― calidad literaria.
Reflexión sobre una actualidad
Debo afirmar mi rotunda convicción de que las artes escénicas viven en España un momento excelente, impensable hace poco más de veinte años. Aunque, por desgracia, a veces vuelve a escucharse la terrible noticia de que se ha cerrado una sala, no han dejado de crearse otras; se ha multiplicado asimismo el número de compañías y de profesionales de la escena ―muy bien formados―, en todos los ámbitos; surgen permanentemente dramaturgos que creen en el teatro como expresión literaria y confían en estrenar sus obras; y las ofertas teatrales son ricas, variadas y de calidad. Finalmente, lo que es incluso aún más importante, hay, por encima de todo, un público fiel y creciente que llena las salas. La situación perfecta ―pandemia aparte― para hacer teatro.
Pasiones Escritas de un Autor
Imprentas y teatro. Un viaje a la vida cultural extremeña del siglo XIX (Visión Libros, 2021) es solo un eslabón más de una larga trayectoria como autor de obras dedicadas al estudio del teatro español, iniciada hace ya casi veinte años. Desde mi primer libro, publicado por la misma editorial en 2003 (El actor convencional frente al actor naturalista. Reflexiones en torno al arte de la declamación en España), sin tener en cuenta numerosos trabajos publicados en revistas y obras colectivas diversas, han sido doce en total los libros que han llegado a ver la luz, buena parte de ellos, amén de una anecdótica novela ― Eso no me va (Visión Libros, 2006) ―, centrados en el teatro romántico o decimonónico, del que he realizado ediciones de Zorrilla (El condestable de Sicilia), García Gutiérrez (El trovador) y el duque de Rivas (Don Álvaro o La fuerza el sino).
Tras mi fichaje por la editorial Punto de Vista Editores, para la publicación de Literatura y escena. Una historia del teatro español (2019), no tardaron en llegar Los «clásicos» de los siglos XVIII y XIX en la escena española contemporánea (2019) y La dramaturgia española durante el franquismo (2020), obras cuya difusión se ha visto afectada directamente por una pandemia que llegó incluso a impedir la presentación de esta última.
Con Imprentas y teatro. Un viaje a la vida cultural extremeña del siglo XIX vuelvo a mis «orígenes» para acercarme de nuevo a un siglo, el XIX, por el que siento una especial fascinación, con la finalidad de unir en una misma obra, junto al citado siglo, mis otras dos grandes pasiones: los impresores teatrales decimonónicos y el teatro.
Una frase.
Permítanme que insista.
Muchas gracias
Una frase.
Permítanme que insista.
Muchas gracias
Nota: Algunas imágenes son cedidas por La última Bambalina.
1- Fotografías del Teatro la Abadía.
Obra: Nise, La tragedia de una reina coronada tras su muerte
2- En el Teatro Español. Obra “Yo soy la libertad porque el amor quiso”…
La tragedia amorosa de María Pineda. Autor: MarcosGPunto.
Para conocer más detalles sobre las actividades de José Luis González Subías y su actualidad con las Artes Escénicas lo puedes hacer a través de los siguientes enlaces: