La composición y voz de una gran artista que sigue dando forma a la música De niña era una voraz lectora de cuentos, siempre a la caza de lo que pudiera hacerme la vida más interesante, y un día investigando en la biblioteca de mis padres… Ufff... Di con dos tomos impresionantes de Mitología Griega, incomprensiblemente comprensibles para mí y otros dos igual de gordos como cochinitos, llenos a reventar de miles de historias, cuentos y leyendas universales. Así fue, como conocí a las musas, a las musarañas, a las sirenas y su canto envenenado, a Orfeo que hacía llorar a las piedras cuando tocaba su Lira, a las ninfas de los arroyos y a toda la pléyade de personificaciones de la música y el sonido en la naturaleza. Todo aquel adorado universo espiritual de los sentidos vive en mí, como si hubiera sido ayer, cuando me acerque a él por primera vez. Y un buen día.., apareció una guitarra por mi casa, que no es cualquier cosa, es un instrumento que ha tardado miles de años en lle