GATO VENTURA - Los Delirios de un gran Músico
Arte sin límites ni barreras
Mi interés por el arte nació en casa. En primer lugar, porque mi padre formaba parte de este mundo como músico, y en segundo lugar, mi madre bailaba ballet clásico y hacía artesanía, con lo cual, tuve unas referencias muy grandes para fijarme unas bases sobre las que desarrollar mi curiosidad, y sin tener límites ni barreras de ningún tipo. Por otro lado, y aunque mi punto fuerte sea la música, tengo muchos poemas escritos y algunos relatos cortos que verán la luz próximamente, además, también he estudiado fotografía y trabajado con diseño gráfico.
Mi interés por la poesía vino por mis abuelos, que proceden de Valderrubio, un pueblo donde residió Federico García Lorca. Su historia y su poesía, marcaron fuertemente mi infancia y crecimiento personal.
La evolución de un artista
Desde niño siempre tuve inquietud, me crié entre bambalinas, de manera que veía lo más natural del mundo dedicarme también a ello cuando creciera. A los 7 años ya flirteaba con la guitarra, empecé a escribir con 13 años y a grabar canciones con 15. Todo fue evolucionando, como se puede esperar, grabé dos discos y luego empecé a trabajar en una tienda, fue lo último que necesitaba para darme cuenta de que sólo había un camino para poder sentirme realizado conmigo mismo, dejé ese trabajo y ahora me dedico por entero a la música. No pretendo reproducir la trayectoria de mi progenitor, pero sí tengo una buena referencia de cómo me gustaría ser cuando fuera mayor.
Creatividad y ensayos
Lo primero que no me puede faltar en un ensayo es el agua, sin ella no puedo trabajar, la voz necesita hidratarse constantemente. Necesito tranquilidad y buena actitud por parte de todos, que no parezca que estamos trabajando, esto si hablamos del local donde nos preparamos toda la banda. Cuando ensayo solo en casa, lo que no me falta, son las luces tenues, el incienso y el agua mencionada. Además, siempre tengo un cuaderno a mano donde escribir las ideas que me surgen y que luego me llevan a nuevos “Delirios” musicales. Otra cosa que necesito antes de ponerme a ensayar o practicar, es cierto orden, no puedo trabajar y empezar a tocar, si no tengo a mi alrededor las cosas en su sitio, hay que tener en cuenta que normalmente trabajo desde casa, por lo que el orden no es el mismo que el que pueda tener una persona que sólo come, cena y duerme en ella.
El espectáculo de un gran concierto
De todos los conciertos que realizas te llevas algo bueno, pero creo que la presentación del disco Delirios en Córdoba fue algo muy emocionante, en el Long Rock de Córdoba se congregó mucha más gente de la que me podía imaginar, y habían venido allí para ver lo que iba a nacer delante de toda mi familia y amigos. Fue el inicio de un proyecto que tiene muchos años de trabajo detrás, pero finalmente pudo ver la luz de la manera que quise, con la gente que quise, y todos los que están por venir. Fue muy bonito porque ese día se dió el pistoletazo de salida a toda esta locura, llevaba muchísimo tiempo queriendo mostrar en directo lo que tanto trabajo me había costado conseguir, con unas vivencias y un crowdfunding detrás, que para mí se quedan. Fue maravilloso...
Una gran gira y escenarios
En mi disco, creo que uno de sus puntos fuertes es la variedad, empezar a escuchar Delirios es como subir en una montaña rusa, no sabes lo que viene después de cada giro, no hay dos temas iguales, beben de muchos estilos, integra un trabajo que teniendo como referencia el rock, consigue fusionar mis pensamientos con la música, y sin quedarnos en lo de siempre, “porque es lo que hay que hacer”. Lo primero que hice cuando empecé con esto, fue olvidarme de los cánones, si me lo imagino, es posible, y ahí queda; señalo que es el primer volumen de una trilogía, queda mucho por ver y oír. Mis proyectos son varios, seguir con la gira, que este año nos llevará por lo menos a 50 ciudades más por todo el país, acabar mi libro y preparar la campaña de crowdfunding del 2020, para poder abrir el año que viene grabando. Espero contar con la colaboración de grandes figuras de la música estatal de nuevo.
Me gustaría actuar en Barcelona capital y en la sala Razzmatazz, sería un sueño, es una plaza complicada, pero es un escenario mítico, y estando tan lejos de casa, es algo utópico.
Adoraría poder actuar en La Riviera en Madrid, es la sala para la que mi padre y yo tenemos guardada una botella para el día que consiga llenarla (la botella es de Absenta), ahí lleva casi 20 años guardada, a ver si algún día podemos abrirla. Y por último, me encantaría tocar en el Viña Rock... qué músico de este país no querría, sobre todo estando en mi situación, intentando asomar la cabeza, quien diga que no, o no sabe lo que simboliza o miente, si quieres ser alguien tienes que haber estado allí... sigo soplando las velas de cumpleaños pensando en ello, a ver si algún día llega.
Gato Ventura y el instante de un delirio
“Si esta fuera mi última noche en el mundo, quisiera quedarme contigo. Y si estas fueran mis últimas palabras, serían para ti...” Frase contenida en mi disco Delirios parte 1 y en el tema “Mis últimas palabras”.
Muchas gracias.
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Más en: Gato Ventura en YouTube y Gato Ventura en Spotify
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